lunes, 14 de noviembre de 2011

En días de Sacrificio

¿Cuáles fueron sus conquistas?

Mi nombre es Daniela Riemersma, llegue a la Iglesia con 26 años de edad con mi vida en ruinas, atormentada espiritualmente, con un gran vacío y muchas heridas en mi corazón, la tristeza era tan profunda que solo pensaba en una cosa desaparecer, no lograba ser feliz en mi vida sentimental, tenía vicios, en mi familia había muchos problemas mi papa alcohólico, mi mama con problemas psiquiátricos, esquizofrenia durante 14 años, mi hermana mayor con intentos de suicidio desde pequeña, mi hermano en las drogas, todo era un caos a mi alrededor, tenía una buena profesión, donde ganaba bien, pero aun así todo era sombra y cenizas.

Llegue a la iglesia en una Campaña de Israel, fue donde me lance con todas mis fuerzas por mi liberación, en mi mar de lágrimas me entregue a El sin límites, sin reservas, dando la espalda al pecado y fue cuando ocurrió lo que tanto anhelaba, esa mochila tan pesada que lleve durante tantos años, El arranco de mí. A partir de ese momento, todo cambio; por primera vez mis ojos fueron abiertos, el vacío de mi corazón salió, solo sentía paz y un gozo tan grande que por primera vez en mi vida pude decir SOY FELIZ!!!! el yugo que tanto me oprimía, había sido arrancado por completo por Aquel que me salvó, mi felicidad era tan grande que solo quería salir a la calle y gritar a los cuatro vientos, a todas las personas que estaban sufriendo: Conozcan a este Dios vivo, que me arranco de las garras del infierno!! Además de mi liberación, aconteció la liberación de mi familia también.

Luego me bautice en las aguas, busque el bautismo del Espíritu Santo y fui levantada a obrera.

Desde que llegue a la iglesia siempre escuchaba en las predicas de los Pastores, después de la salvación el siguiente paso más importante en la vida de un cristiano es su casamiento, fue donde me lance a conquistar mi vida sentimental.

Comenzaba la Campaña de Israel y me lance con todas mis fuerzas, sin reservas y entregue mi sacrificio en el altar, luchar por conquistar aquello que nunca había conquistado, mi felicidad sentimental.

Hablaba con Dios…. Dios mío, yo quiero ser feliz en mi vida sentimental, las veces que yo elegí una persona para ser feliz, me equivoque, sufrí, llore; te pido Dios que vallas delante de mí y que elijas por mí, un hombre de Dios para mi vida según tu voluntad, no quiero ser más engañada por mi corazón!!. …Si, mi corazón como está escrito: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?, es ahí donde venía todo mi sufrimiento porque daba más atención a la voz del sentimiento y nunca a la razón, nunca una fe con inteligencia.

Al mes conocí a quien actualmente es mi esposo, él estaba en otro país, sirviendo a Dios en el altar, claro al mismo tiempo el diablo no iba a quedar con los brazos cruzados, él enviaba personas que estaban lejos de la presencia de Dios, personas que había conocido en el mundo.

Dios hablaba conmigo, el justo vive por la fe, cuando conozca a ese hombre de Dios no va a existir duda en su corazón, solo va a haber certeza. Y así fue, cuanto más conocía a él, en mi corazón Dios hablaba: Es él ! Es él !, además teníamos un punto en común muy importante, el mismo objetivo, salvar almas.

Esta conquista tampoco fue nada fácil, porque desde que nos conocimos pasaron 5 años hasta casarnos, donde pasamos por muchas luchas y dificultades que solo Dios sabe porque y que El permitió, y doy gracias a Dios por eso, porque en todo ese tiempo Dios fue solo moldeándonos, como dos vasijas de barro; las luchas y dificultades nos hacen madurar, ser más fuertes, crecer en la fe, y sobre todas las cosas tener una relación más íntima con Dios.

Desde que tuve un encuentro con éste Dios vivo, hice un pacto con El, le entregue mi vida, sabiendo que Él está al control de todo, Él sabe los tiempos ciertos para cada cosa en nuestras vidas, especialmente nuestras conquistas.

Aprendí que si es por merecer, quien merece? Todo, todo absolutamente todo, conquistamos por la Fe.

El secreto de las conquistas?

Fe y perseverancia, perseguir con todas nuestras fuerzas aquello que Dios nos confirma con plena certeza, es esto!!

Que Dios los bendiga abundantemente.

En la fé,

Daniela M. Riemersma