Recuerdo que cuando me puse de novia con mi marido en seguida él fue trasladado a otro país y no nos vimos hasta el día que nos casamos. Fue una espera de un año y medio... todos los días yo me alistaba un poco, todos los días soñaba con el día que lo vería otra vez, lo abrasaría y nos casaríamos; por fin estaríamos juntos sin que nada más nos separara.
Cuando somos hijos de Dios tenemos la misma espera hacia Él y últimamente Él nos está diciendo que este día esta cerca de llegar.
Dos clases de personas serán reveladas en este día; habrá aquellas que ni se van a enterar que el Señor Jesús vino (Ap. 3:3). Pero también habrá aquellas que escucharán su nombre ser llamado y van a ir con los ángeles llevadas para en las nubes encontrar con el Señor Jesus, será el día más especial de sus vidas por lo cual se estuvieron preparando algunas por muchos años otras, así como yo, por toda la vida...
Sinceramente amo esta espera por que la uso a mi beneficio, preparando me; esta espera no me trae ansiedad ella me despierta cada mañana, me da animo y fuerza. Cuando los días son malos ella es mi consuelo, es mi esperanza.
"Mira que vengo pronto, guarda lo que tienes para que nadie tome tu corona" Ap 3:11
