Quien soy

Mi nombre es Daniela,
Nací el día 01 de Octubre de 1984, en una provincia brasileña llamada Rio Grande do Sul.
Era muy joven cuando escuchaba la palabra de Dios, deseaba tener el Bautismo con el Espíritu Santo porque sabia que sin Él no podría ser salva. Cuando finalmente encontré el Tesoro más precioso que existe en mi corazón nació un deseo que quemaba adentro mío, el deseo de llevar al prójimo lo que yo había recibido... La Salvación. Entonces empezó la caminata.
Fue levantada a obrera a los 13 años, y servia a Dios con todo empeño, pero, como siempre, no estaba satisfecha... quería hacer más para mi Señor. Fue cuando vi un video hecho por el obispo Marcelo Crivella cuando él estaba en Africa. El video mostraba la multitud de personas que participaban de las reuniones en la iglesia y gran cantidad de gente manifestada con espíritus malignos y no había obreros para imponer las manos en la enorme cantidad de personas allí reunidas, el obispo decía: "usted obrero que quiere servir a Dios, venga para Africa", mi corazón quemaba mientras sonaba la canción que decía "quiero ser como un río que viene de Dios..." era todo lo que yo quería ser, testimonio vivo del Señor Jesus. Entonces yo hable con Dios: Dios si eso es lo que quiere El Señor para mi futuro, entonces que eso si cumpla, porque esta escrito que es el Señor quien pode el querer y el realizarse, pero si eso es una emoción entonces quiero olvidarme de todo eso.
Con el paso del tiempo el deseo solo aumentaba hasta que un día yo asumí lo que quería y decidí invertir en este sueño, sabia que ir por este camino no seria fácil, por lo tanto tendría que reunir todo lo necesario para que al comenzar pudiera ir hasta el fin y no ser frustrada en el camino. Lo primero de la lista: casarme con alguien que tuviera el mismo objetivo. Preparar la mochila no fue lo que imaginaba, me di cuenta que no podría llevar todo, tendría que eligir solamente lo necesario y más importante, entre las cosas que quedaría para tras estaba mi familia y mi propia vida. Guardé en la mochila mi FE, la convicción de que Dios estaría conmigo adonde fuera y que Sus palabras estarían en mi boca siempre que la abrise y eso fue lo suficiente para llenar.
Al conocer mi querido marido en una vigilia en la iglesia una voz sutilmente me hablo: ¡él es! Yo ignore, no quería me precipitar, ni siquiera lo conocía, pero creo que al verme lo mismo paso con él que al contrario de mi busco conocerme y charlar conmigo cada vez más seguido, 1 año y 6 meses después nos casamos, por supuesto que no fue así de sencillo, muchas cosas pasaron en este tiempo, entretanto ¡faltaba ir a Africa!!! rsrsrs
Pero quien hacia el plan de viaje no era yo, sino que el Espíritu Santo, por eso hoy estamos acá en Argentina, estoy feliz de servir a mi Señor adonde mande Él.