martes, 24 de mayo de 2011

Ser Agradable

La mujer de Dios es agradable no porque hace la voluntad de las personas a su alrededor, no porque sonreí para todos, no porque aprendió el buen trato o por una buena educación. Sino que por el hecho de estar en paz consigo misma y con Dios.

Es casi imposible vivir en conflicto interno y mantener el buen animo y ser agradable con las personas. La paz de espíritu es indispensable para una persona sincera que desea ser agradable. Y muchas cosas trabajan para quitar nuestra paz: la acusación del diablo cuando erramos, el miedo, la inseguridad. Cuando oímos estas voces nos sentimos turbadas y al sentir así a veces contestamos mal a las personas, no le tenemos paciencia, aun que ellas no tengan la culpa. Es difícil convivir con alguien que sufre conflictos internos.

Es bueno estar consciente de que ser agradable es algo que sale del interior de uno naturalmente, no es algo que se aprende en una escuela de buenos modales, si la actitud no es natural se nota en el convivió con la persona, no hay como evitar.

Por supuesto que a la medida que vamos teniendo experiencias en la caminata con Dios crecemos y aprendemos a quitarnos de encima toda carga que impide llegar adonde queremos, en este caso, la amargura, las incertidumbres y etc. Busque mantener su consciencia tranquila, el corazón liviano y su espíritu alegre y sin dudas usted será una mujer naturalmente agradable.