domingo, 26 de junio de 2011

Buenas Palabras ¿Eso es Todo?

Las palabras en general tienen peso, sea buena o mala, venga de una persona muy querida o desconocida cada palabra oída puede influenciarnos.

Cuando oímos y aceptamos las buenas palabras pueden traer animo y cambiar nuestra actitud, dejarnos contentos, fortalecer nuestras manos para seguir adelante en las dificultades. Una buena palabra hasta puede hacernos sentir especiales y traer certeza que venceremos.
Lo mismo sucede cuando oímos malas palabras como chismes, criticas, comentarios maliciosos, murmuraciones, etc. Cuando aceptamos esas palabras también cambian nuestro animo y nuestra actitud, pero, de una manera negativa. Los ojos inmediatamente empiezan a ver solo la maldad, pensamos que no vale la pena esforzarse para ser correcto ya que nadie lo es y que no vale la pena perseverar con tantas dificultades.

En la iglesia todos oímos la Palabra de Dios, aunque no todos la aceptan, Ella siempre es positiva y trae fe al que la recibe. El problema es que muchos se han contentado con eso!
Usted que ha recibido la palabra de Dios, ha vivido de acuerdo con Su orientación ¿Ha visto el cumplimiento de Ella en su vida?
Usted se llena del Espíritu que hay en la Palabra de Dios, se siente fuerte, sigue en medio a tantas dificultades, pero ¿Ha tenido victoria? Al mirar para su vida, ¿puede usted glorificar a Dios en este momento? ¿O ha vivido de las conquistas de hace años atraz?

Jesus vino al mundo traer ESPADA, es decir, Él vino a capacitarnos para la guerra, pero, ¿que guerra?

"Desde los días de Juan el Bautista, hasta hoy el Reino de Dios es tomado por esfuerzo y solo los valientes lo conquistan" Mt. 11:12

Jesus nos da espada para pelear hasta conquistar y despues mantener el Reino de Dios en nuestra vida. Y el Reino de Dios empieza acá mismo, ahora, en esta vida.
El Reino de Dios es esta vida en abundancia que tanto oímos hablar... Es la felicidad sentimental amar y sentirse amada, es la salud perfecta, es la paz interior aun con luchas exteriores, es poder comprar lo que usted quiere vestir y lo que quiere comer porque puede
pagar por ello, es tener armonía en el convivió familiar porque todos comparten de la misma fe en el mismo Dios...
Mientras nosotros no tengamos todo eso no podemos soltar la espada, en realidad no la podemos soltar nunca porque aun después de haber conquistado el Reino de Dios tiene que ser protegido porque nuestro enemigo pelea para quitarnos de ahí.

Entonces no se contente con migajas, no esté satisfecho apenas con la fuerza y el animo que le da la palabra de Dios, exija más de ella, porque hay mucho más esperando por usted.

"Dios ha preparado para los que Lo aman cosas que nadie ha visto ni oído, y ni siquiera pensado." 1 Co 2:9

¡Espada por el Señor y por mí!