Los hijos de Dios nunca van a contentarse con las cosas pequeñas, limitadas ni con fracasos y perdidas consecutivas.
Hay naturalmente adentro del hijo de Dios un deseo de mejorar todo lo toca y la vida que vive, así como la de las personas a su alrededor.
Si usted no tiene eso adentro suyo fíjese porque no es normal que un heredero de promesas Divinas sea cómodo.
Si usted es un hijo de Dios nadie tiene que decirle que pegue un grito de guerra porque el ya esta constantemente en su garganta esperando el momento para salir. Eso no se recibe del pastor, no es estimulado por la campaña es algo que ya esta adentro suyo.
Así como la raíz de los cabellos en su cabeza, ¿hay como evitar que crezcan? No, aunque usted los corte al ras siempre volverán a crecer. Del mismo modo es la indignación, la insatisfacción, la obstinación del hijo de Dios siempre estará ahí aunque todo este bien, él sabe que puede mejorar!